El sector de la energía es el que más emite gases de efecto invernadero en el mundo.
Más del 50% de la energía eléctrica a nivel mundial se produce a partir de combustibles fósiles como carbón, gas natural y petróleo.
Las sustancias que se liberan en la combustión de estos materiales incluyen dióxido de carbono, monóxido de carbono , dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, partículas y metales pesados como el mercurio. Casi todos estos subproductos tienen consecuencias negativas en el ambiente y la salud humana.
El sector del transporte es el que mayor crecimiento a tenido en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero.
Los principales consumidores de energía en este sector son el transporte terrestre, los vehículos ligeros como los coches y los vehículos de transportación de productos.
El sector del transporte contribuye al cambio climático a través de dos tipos de emisiones:
1)Emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono. 2) Emisiones de contaminantes de vida corta como el carbón negro generado principalmente por vehículos de diésel.
En México, el transporte es el segundo sector más contaminante: contribuye con 26% de las emisiones. Además, la mayoría de las emisiones dentro del sector provienen del uso de vehículos particulares en las ciudades.
La producción industrial es responsable del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La demanda a la producción industrial es cada día mayor por la creciente urbanización, así como el aumento de la población y los niveles de vida.
La mayoría de las emisiones vienen de la producción acero, químicos y combustible. Debemos de encontrar soluciones para estas industrias antes de que la demanda de materiales como el cemento, aluminio, vidrio, papel, acero, químicos, entre otros sea casi el doble como se estima para el 2060.